¿Te has preguntado para qué sirve la humildad?
Es una actitud que va más allá de mirar a las personas como iguales a nosotros mismos.
La humildad lleva implícito el amor, apoyo y servicio a los demás, y lo más importante, debe ser incondicional. Jesús, el gran maestro, no sólo habló de la humildad, porque hablar es muy fácil, Él predicó con el ejemplo al lavar los pies de sus discípulos como muestra de humildad, para que ellos practicaran la misma humildad con los demás.
A veces pensamos que somos humildes y que sabemos amar, hasta que descubrimos las enseñanzas de Jesús:
- Jesús nos enseña la incondicionalidad de la
humildad:
Jesús sabía que sus discípulos lo abandonarían o que lo traicionarían, sin embargo, él los amó hasta el fin y lavó los pies de TODOS.
“Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin”. Juan 13:1 - Jesús nos enseña a mostrar amor y humildad como él lo hizo:
Amar como Él amó es un gran reto y una oportunidad para demostrar que el amor y la humildad sí existen.
“Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros”. Juan 13:34
Decide amar como Jesús, sé humilde con las personas que te rodean porque TODOS somos iguales delante de Dios.
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